El principal reto residía en crear una distribución simple e intuitiva, debido a que el local contaba con una superficie estrecha y alargada de 100m2. Debido a esto, desde Estudio Vitale se optó por no incluir un escaparate convencional y de esta manera crear un gran espacio que invitara al público a entrar en ella.
Así, se creó un espacio luminoso, amplio y práctico, a través de un mobiliario expositivo y un mostrador colocados en paralelo a las paredes principales.
También cabe resaltar la importancia que tienen los espejos, introducidos para revestir el mostrador y para cubrir la pared oblicua del fondo de la zona de exposición, de esta manera se consigue aumentar la sensación de amplitud espacial.
Un proyecto en el que se han cuidado todos los detalles. Buena prueba de ello son los expositores a medida realizados con mobiliario recuperado como por ejemplo sillas, mesas y cajones que se transforman en soportes para exponer los productos.
Finalmente, cabe hablar de la iluminación, a través de la cual se consigue enfatizar las zonas de producto de forma directa para resaltar las propiedades de los tejidos.