Mira las fotos del proyecto aquí
El barrio de Gràcia de Barcelona presenció la rehabilitación de una antigua tintorería en una casa-patio unifamiliar, ideada por el arquitecto Carles Enrich y construida por CRK. Hoy en día, esta obra se ha convertido en una interesante muestra de la reutilización de un espacio en desuso.
Se propone un sistema de habitar en un espacio abierto hacia el patio interior, donde el baño es la única pieza cerrada. Todas las actividades se desarrollan en un único espacio con contacto visual con el patio. Con este fin, se eliminan todas las particiones que encerraban pequeñas habitaciones sin luz natural o ventilación y se amplían las aberturas exteriores.
Se recuperan los materiales originales de las medianeras, así como los techos cerámicos y las vigas de madera. El suelo se resuelve con un pavimento continuo de hormigón tintado y se introduce la madera de pino Flandes en una segunda fase de reforma debido al crecimiento de la familia.
La excavación de la zona inferior permite incorporar un altillo formado por perfiles IPE y un tablero de DM de 3 cm que funciona como dormitorio independiente sin llegar a cerrarse nunca. Este pequeño altillo se entiende como un mueble suspendido más que una habitación. Un mueble-armario, que se utiliza por ambos lados, supone la única separación entre los distintos espacios y convierte el pasillo en un vestidor pasante.
Se aprovecha un antiguo trastero en la parte posterior del patio para ubicar un estudio satélite que permite un funcionamiento autónomo respecto el espacio principal. Esta fragmentación del programa convierte el patio en un espacio intermedio que se puede utilizar como un habitación exterior la mayor parte del año.
Una pérgola formada por perfiles IPE, barras corrugadas y un entramado de cañas ofrece privacidad y control climático. El progresivo crecimiento de las plantas y los árboles genera un entorno natural dentro de la densa trama urbana de Gracia.
Fotografías de Enric Fabre y Carles Enrich