El arquitecto puertorriqueño Héctor Ruiz-Velázquez, afincado en España desde hace 20 años, cuenta con el amplio bagaje de haber afrontado innumerables proyectos y haber recorrido incontables ciudades para dar a conocer su obra, su gusto por los materiales, sus propuestas y, sobre todo, el método que emplea al enfrentarse a cada trabajo. En ocasiones es sólo un trabajo, pero casi siempre es un sugerente reto conquistar el espacio y saber cómo resolver las exigencias técnicas y estéticas que plantea.
En este aspecto, en los últimos años, Héctor ha sorprendido con varios proyectos de vivienda urbana experimental en los Casa Decor de Madrid y Barcelona. A veces, como sucede en las colecciones de alta costura que se presentan en las más prestigiosas pasarelas, las apuestas son tan arriesgadas y provocativas como alejadas de la realidad. No es el caso del arquitecto puertorriqueño, pues no ofrece soluciones que se quedan flotando entre el concepto y el prototipo, sino que muestra el paso a paso de desarrollos prácticos que contemplan todas las necesidades técnicas de una vivienda habitable y, de este modo, pueden convertirse en casas reales. Se trata, eso sí, de propuestas radicalmente renovadoras de la utilización del espacio en interiores. La búsqueda del ahorro del espacio para alcanzar una plena optimización lleva al arquitecto a desarrollar sus ideas y ‘jugar’ con formas y elementos hasta plasmar una realidad. De su capacidad de crear dan cumplida muestra sus ‘Geografías habitables’ o su última aportación para Feria Hábitat, el espacio ‘Living Nature’, una construcción efímera formada por cerca de 2.000 cajas de cartón reciclado.
NUEVO CONCEPTO DE VIVIENDA
La apuesta por un nuevo concepto de vivienda se plasma en muchos de sus proyectos. Un ejemplo de ello es ‘La casa pasillo’, en la que Héctor se enfrentó al reto de convertir en una casa habitable un pasillo de 18 metros cuadrados. Apostó por una estructura ondulante que acoge los distintos usos, que están conectados, pero visualmente separados. La estructura es prácticamente un mueble que alberga todas las instalaciones y espacios de almacenamiento a la vez que dibuja un recorrido por toda la vivienda. Otra interesante muestra de cómo afrontar la remodelación de un espacio es ‘La Casa Origami’, en la que los 48 metros cuadrados de la vivienda proponen un sorprendente rendimiento. Una estructura colgada con unos tacos del forjado de hormigón, pliegues triangulares y la casa va cambiando de nivel hasta el punto de que la transición hacia el nivel superior alberga cocina y baño y el más alto, dormitorio.
Por otra parte, en el ático de un edificio emblemático del Madrid clásico de inicios del XX se emplaza otra muestra inequívoca de este nuevo concepto de vivienda: ‘Unlimited Space’, que Ruiz-Velázquez ha construido desde la libertad de planos. Así, como si el proyecto se tratara de un objeto tridimensional, cada una de las estancias o puntos de la vivienda se pueden localizar especificando sus ejes de coordenadas.
El resultado obtenido es poder pasear en escasos metros cuadrados a diferentes alturas, subiendo y bajando, ofreciendo, según Héctor Ruiz, “una nueva experiencia de habitabilidad en el contexto de una vivienda: la de explorar el espacio. Los saltos entre estancias son continuos y dejan que el movimiento fluya en libertad a través de los numerosos planos”. La flexibilidad espacial que transforma este hogar es un concepto innovador de casa que se adapta a las necesidades actuales y a los nuevos hábitos.
En ésta, la amplitud, la luminosidad y el tiempo fluyen en un espacio multifuncional sin rincones ni precedentes. Se trata también de ampliar los parámetros del interiorismo así como las tendencias convencionales de decoración. En este proyecto, conocido como ‘La Casa cerámica’, este material recibe un tratamiento especial que lo convierte en el protagonista indiscutible del espacio. En esta casa se ha utilizado el sistema de colocación cerámico en seco, montaje que se realiza con grapas y anclajes lo que permite poder retirar el material y reutilizarlo en otra casa.
MATERIALES Y MONTAJE
Este montaje la convierte, según el arquitecto, en “una casa sostenible, ya que no causa ningún impacto medio ambiental por el ‘no-ruido’, ‘no-desperdicios’ durante la obra y, sobre todo, por lograr una recuperación de la cerámica al 100%”. Y es que constituye un material que, dentro de su planimetría, nos ofrece por su versatilidad de aplicación, múltiples posibilidades. Por ello, en el objetivo planteado, la cerámica se convierte en un dinamizador excelente capaz de ofrecer la riqueza de trabajar en tres dimensiones. Así, los conceptos de ‘Cambio y continuidad’ y de ‘tradición e innovación’ se desdoblan simplemente con un planteamiento nuevo del uso del material cerámico.
REDEFINICIÓN DEL ESPACIO
Héctor nos recuerda que “la conquista del metro cuadrado se ha convertido en una de las máximas preocupaciones en nuestros tiempos”. Y es que en la actualidad “los precios inasequibles y la escasez de superficie habitable en las ciudades han provocado una redefinición de los espacios que habitamos”, detalla. El arquitecto explica el proyecto de ‘Casa Ruiz-Maasburg’ e indica que en el céntrico ático de Madridm, de tan sólo 60 metros cuadrados interiores y 50 de terraza, “intentamos rentabilizar hasta el último centímetro el espacio, conjugando la eficacia, el ingenio y la sensibilidad a través de la estética y la función”.
El creador puertorriqueño comenta que si tuvieran que encajarse funciones en un contenedor insuficiente, el espacio se plegaría, ocupando todo lo inservible, y dejando a la vista los volúmenes desnudos de las funciones apenas ocultas. “En esta reforma hemos utilizado trucos básicos teatrales como perspectivas forzadas, para conseguir percepciones espaciales mucho más amplias”. Un eje dinámico que se origina en la entrada abastece los espacios estáticos que deja a un lado y a otro de la diagonal curvada en tres dimensiones.
Esta entrada o pasillo parece desafiar la gravedad y la lógica, cambiando inesperadamente la percepción espacial a medida que el usuario se desplaza a través de ella, creando un espacio totalmente fluido y dinámico dentro de un contenedor estático. “El color blanco y la iluminación son utilizados como dos herramientas más del diseño; el blanco y sus múltiples matices de sombras originados por la luz dan profundidad y amplitud”, explica. Se emplean determinados puntos y superficies negras para dar escala y profundidad, creando un contraste complementario y melódico.
El resultado de esta reforma es un sugerente ejercicio de arquitectura y escenografía, donde dos aspectos diametralmente opuestos como son los espacios herméticos y la poesía de las formas orgánicas libres, conviven generando espacios apetecibles para ser vividos. La ‘Casa ritual’, ‘Casa del Chef’ o la ‘Casa Livinglounging’ son otros de los muchos proyectos en que los que se aprecia cómo Héctor Ruiz optimiza los espacios y afronta una remodelación. El primero fue otro ejercicio para Casa Decor Barcelona y la casa sí fue habitada. En el segundo, desarrolló un programa completo de vivienda. Es el más abstracto de todos los trabajos y pretendía jugar con la idea arquetípica del útero materno y la generación de formas que el público asociara al confort, la protección y la seguridad asociados al espacio doméstico.
Y es que los proyectos de Héctor Ruiz son siempre algo más que meros trabajos, pues están dotados de una filosofía y sobre ella desarrolla las exigencias ténicas que requiere la obra. Con todo, para que los lectores de tureforma puedan poner en práctica algunos de los numerosos consejos vertidos en este reportaje, explica algunas claves sobre selección de materiales y reforma.
“Es fundamental tener claro lo que deseamos. No podemos dejarnos llevar por una moda y ya está, es esencial elegir un material que comunique, porque se trata de la piel que cubre el lugar donde vas a vivir y debe transmitirte una buena sensación”, resume. La actual crisis también es un motivo más que suficiente para tratar de “aprovechar el espacio, que es la filosofía que engloba a los proyectos que hemos repasado, para conseguir conquistar el espacio y hacerlo habitable”. Por lo que respecta a los materiales, Héctor parece decantarse por la cerámica y no es muy partidario del yeso, por lo menos en paredes, por lo que comenta que “también depende de las emociones que deseemos generar. La cerámica, por ejemplo, tiene dureza, resistencia, te permite varios colores, los agentes externos no le afectan….”. Ahora, continúa, “estamos utilizando en un proyecto pavimento cerámico naranja para el suelo… parece arriesgado, pero el cliente busca que le transmita alegría y el optimismo de la cerámica naranja es perfecto para ello”.
La obra de Héctor Ruiz nos anima a reconquistar el espacio y, sobre todo, nos recuerda aquello de que ‘hay otros mundos, pero están en éste’._