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Las barbacoas se convierten en centros de reuniones, sabor y buenos momentos. Pero tras cada uso, dejan una acumulación de hollín, grasa quemada y residuos de combustión. Si esta suciedad no se limpia inmediatamente después de cocinar, se transforma en una costra difícil de eliminar que afecta a la estética y puede llegar a deteriorar el material.
Tras varios años sin una limpieza adecuada, la capa de grasa se convierte en una mancha permanente, una capa tras otra, imposible de retirar con productos de limpieza convencionales.
En FILA Solutions cuentan con FILA FUEGO, un producto específicamente diseñado para la limpieza profunda de hollín y grasa de combustión.
Su fórmula en espuma actúa sobre:
Su fórmula ayuda a disolver suciedad intensa respetando los materiales.
✅ Poder desengrasante
✅ Eficaz contra capas secas de hollín y grasa quemada
✅ Fácil aplicación en spray que ayuda a cubrir la superficie por completo
✅ Compatible con ladrillo, piedra, cemento y metal
✅ Seguro para interiores y exteriores
En el caso de esta chimenea, nos enfrentamos a una superficie completamente ennegrecida tras más de 15 años sin mantenimiento. Tras aplicar FILA FUEGO, la suciedad orgánica y la grasa desaparecieron por completo, dejando a la vista únicamente el ladrillo refractario ya dañado por el paso del tiempo y el uso continuado. Un resultado sorprendente, que demuestra la eficacia del producto incluso en las situaciones más extremas..
La suciedad por hollín y grasa no solo afecta a la estética de una barbacoa o chimenea, también puede deteriorar los materiales si no se toman medidas preventivas, tal y como hemos visto en este caso. Las zonas más oscuras que aún se aprecian ya no son residuos de hollín o grasa, sino el material quemado o alterado de forma permanente por el calor y la combustión acumulada a lo largo del tiempo. El ladrillo refractario se oscurece de manera irreversible si no ha sido protegido correctamente, como en este caso.
En 15 años sin limpieza regular ni mantenimiento, la exposición continua al fuego, aceites, grasas y hollín ha provocado una alteración del color del material. El ladrillo refractario, al ser un material poroso, tiende a absorber no solo grasa y hollín, sino también sustancias de la combustión. Sin un tratamiento, estas manchas penetran muy profundamente en el interior del material.
Una protección adecuada desde el inicio habría marcado la diferencia. En superficies porosas como ladrillo refractario, piedra natural, barro, cemento o porcelánico sin tratar, lo ideal es aplicar un protector hidro-oleorepelente cómo FOB XTREME o su versión ecológica MP90 ECO XTREME.
Ambos son protectores anti-manchas completamente transpirables según la normativa EN ISO 7783-2, que no alteran el color ni el aspecto original del material, y ofrecen una barrera contra aceites, grasa y humedad sin crear película.
