La tecnología avanza de una manera vertiginosa y de un tiempo a esta parte hemos notado cambios y mejoras en nuestros hogares que nos hacen la vida mucho más fácil. Un ejemplo claro es la climatización con conductos, que es una tecnología a día de hoy fundamental para mantener el confort en los edificios residenciales, comerciales e industriales. Básicamente, este sistema distribuye aire tanto frío como caliente a través de una red de conductos, controlando perfectamente el clima interior. Si eres de los que le gusta estar al tanto de cómo funciona la climatización de edificios, quédate leyendo un poquito más porque vamos a hablar de componentes, ventajas y consideraciones clave. Ponte cómodo que empezamos.
Como decíamos, la climatización de conductos es simplemente un sistema de HVAC (calefacción, ventilación y aire acondicionado), que utiliza una red de conductos para distribuir el aire desde una UTA (Unidad de Tratamiento del Aire) hasta las diferentes áreas de un edificio. Hasta ahí es todo muy sencillo, pero vamos a ahondar un poquito más y conocer cuáles son los componentes principales de este sistema para entenderlo mejor.
Después de explicar de forma más concreta los entresijos del sistema de climatización de conductos, habrá que decidir si merece o no la pena contar con ello. Y es que una de las principales ventajas es la capacidad que tiene de distribuir el aire de manera uniforme en todas las zonas del edificio, asegurando así un confort continuado en todas las zonas.
Otra de las grandes ventajas es su estética y discreción, ya que los conductos están, por regla general, ocultos en techos, paredes o pisos. De esta forma, la estética es totalmente limpia y discreta en todos los espacios habitables. Ya sabes, el minimalismo es la tendencia que impera en el siglo que nos ha tocado vivir.
El control zonal es otro de los puntos fuertes de este sistema, ya que en muchas ocasiones puedes ajustar la temperatura de forma independiente, permitiendo que cada zona tenga una temperatura diferente dependiendo de los requerimientos de climatización.
Y la joya de la corona: la eficiencia energética. La sostenibilidad ya es una obligación, y es que al centralizar la producción de aire acondicionado, estos sistemas son más eficientes si los comparamos con las unidades individuales convencionales.
Desde luego, hay que tener muy en cuenta el diseño del sistema, ya que un diseño especial y adecuado es fundamental para que sea eficaz y el sistema rinda correctamente. Hay que calcular correctamente la carga térmica, seleccionar la UTA adecuada y tener claras las dimensiones correctas de los conductos. Además, para minimizar las pérdidas de energía es necesario que los conductos estén bien aislados, especialmente en áreas donde los conductos pasan por espacios no climatizados, como es el caso de los áticos o sótanos.
A todo ello hay que sumarle un mantenimiento regular que incluya limpieza de conductos, cambio de filtros, inspección de la UTA y principalmente asegurar el correcto funcionamiento del sistema.
En definitiva, como todo en la vida, la clave está en ponerse en buenas manos. Y si puede ser, en las mejores. Empresas punteras como URSA nos garantizarán siempre buenos resultados con una instalación impecable y la seguridad de que estarán ahí para nosotros siempre que lo necesitemos.