Desde ‘tureforma’ os traemos un nuevo e interesante artículo de Anfapa, en esta ocasión sobre la importancia de las juntas de movimiento y colocación.
Un revestimiento cerámico se caracteriza por ser un sistema rígido modular, la junta de colocación es la separación física entre baldosas de dicho revestimiento.
A parte de las funciones estéticas las juntas de colocación tienen unas funciones técnicas bien definidas:
Paralelamente también se utilizan las juntas para crear superficies con mejores propiedades antideslizantes.
Estas funciones añadidas al hecho de la difusión de formatos medios/grandes de baldosas, junto con su naturaleza no absorbente e inestabilidad de los soportes llevan a la recomendación del uso de juntas dimensionadas desde un mínimo de 1,5 mm en interiores y 5 mm en exteriores.
Los materiales de relleno apropiados para dichas juntas deberán cumplir los siguientes puntos:
Según estos conceptos y la clasificación de la norma UNE-EN 13888 para este tipo de materiales se procederá a la elección del material adecuado.
Las juntas de movimiento son interrupciones del recubrimiento cerámico que afectan, en algunos casos, a la entera sección del sistema pluriestrato y que están rellenadas con un material deformable, con carácter reversible y permanente. Tienen la función de absorber o atenuar las tensiones generadas sobre el recubrimiento.
• Juntas estructurales : para absorber las tensiones y movimientos de la estructura. Deben prolongar la junta existente en la estructura al recubrimiento cerámico independientemente que exista capa de desolidarización. Deben respetar la anchura y longitud, sin interrupciones, de la junta de la estructura original.
• Juntas perimetrales : para no limitar el movimiento del recubrimiento con elementos constructivos que ciñen el plano del revestimiento o que sobre él no actúen los movimientos de esos elementos. Deben tener una profundidad hasta el elemento de base estructural o como mínimo hasta la capa de desolidarización.
• Juntas intermedias : para dividir en paños la superficie total del revestimiento y que éste pueda absorber las tensiones propias de cambios de temperatura, humedad o retracción del soporte. Su profundidad es hasta el soporte.
Los criterios de diseño de las juntas de movimiento de manera genérica se pueden sintetizar de la siguiente manera: (Además de respetar las juntas estructurales preexistentes).
-Revestimientos exteriores : Juntas de movimiento horizontales en las líneas superior en inferior del canto de los forjados y juntas verticales cada 3-4 m, formando paños de 9-12 m2, en función del color, del coeficiente de dilatación térmica lineal de las baldosas y las máximas oscilaciones térmicas previstas. También en los cambios de plano del cerramiento o la interposición de cualquier elemento constructivo que lo ciña. Serán de un mínimo de 10 mm de anchura.
-Pavimentos exteriores : Juntas perimetrales y juntas intermedias en paños no mayores de 25 m2. Serán de un mínimo de 10 mm de anchura.
-Revestimientos interiores : Juntas perimetrales sobre soportes deformables o inestables como por ejemplo cartón-yeso. En formatos de grandes baldosas y con poca o ninguna junta en colocación entre ellas. En encuentros con carpintería de aluminio o madera, duchas, bañeras que pueden rellenarse con juntas elásticas prefabricadas o in situ. En encuentros con forjados es recomendable dejar un espacio libre de 20-30 mm por debajo de éste, y en grandes superficies dejar juntas intermedias cada 8 m. Serán de un mínimo de 6 mm de anchura.
-Pavimentos interiores : Juntas perimetrales que podrán quedar embebidas con el rodapié o zócalo. Juntas intermedias cada 8 metros lineales ininterrumpidos o superficie de 40 m2 que se reducen a 5m y 25m2 en pavimentos oscuros de radiación solar directa, o situados sobre calefacción radiante o de naturaleza inestable. Serán de un mínimo de 6 mm de anchura.
A modo de conclusión destacar el hecho de que tal y como se ha descrito en estas líneas el uso y diseño de las juntas de movimiento y colocación es de vital importancia para evitar patologías por defectos y disfunciones en recubrimientos cerámicos.