En los últimos meses la actividad económica a nivel global
se ha ralentizado. Varios factores contribuyen a explicar esta
ralentización. el terremoto y tsunami que afectó al nordeste
de Japón perjudicó la producción industrial al interferir en la
cadena de suministro.
Los conflictos sociales en varios países
árabes contribuyeron a aumentar el precio del petróleo. Pero
el factor principal ha sido la profundización de la crisis de la
deuda soberana en la zona euro con sus posibles derivadas
hacia el sistema financiero mundial. Todo ello ha contribuido
a deteriorar los niveles de confianza en muchas economías
avanzadas, en un escenario que parece dominado por los riesgos
a la baja
Dos son los peligros que suponen una mayor amenaza para
la evolución económica global. Uno es la posibilidad que las
autoridades económicas europeas no logren encontrar una
solución definitiva y rápida al problema de la deuda soberana,
con el consiguiente peligro de contagio hacia el sistema
financiero global. el segundo es una ralentización mayor de lo
esperada de la economía norteamericana, lo cual podría crear
problemas al resto del mundo.