Ya en pleno auge de la actividad edificatoria en España, surgieron voces cualificadas que planteaban la rehabilitación del patrimonio construido como uno de los ejes fundamentales de actuación bajo criterios de ahorro energético y sostenibilidad ambiental, económica y social.
Fue en 2004, cuando se difunde el documento E4 sobre “Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en España 2004-2012”, el punto de partida de la consideración del hecho edificatorio como objetivo diana del ahorro energético, a través de la disminución de la demanda y mejora de la eficiencia energética de las instalaciones térmicas y de iluminación. Las previsiones de aquella Estrategia E4, deducida de la Directiva Europea 2002/91/CE, contemplaban para 2012 un ahorro energético del 7,5% anual sobre el escenario base, equivalente a 1773 Ktep (miles de toneladas equivalentes de petróleo) y 40 millones de toneladas de CO2 evitadas.
Veremos pues el año próximo qué porcentaje de aquella Estrategia se ha cumplido y qué objetivos han quedado sin cubrir. Anticipamos aquí que todo lo acontecido en los últimos años no ha sido el marco más idóneo para alcanzar aquellos objetivos y la consideración de la rehabilitación del patrimonio construido sólo vuelve a tomar cuerpo con el declive de la obra nueva. Entre 2007 y 2010 se suceden acciones legislativas y se proponen medidas de fomento de la rehabilitación y, entre ellas, el Plan de Rehabilitación 2009-2012 del Ministerio de la Vivienda y la plataforma Social para el Fomento de la Rehabilitación, la Accesibilidad y la Eficiencia Energética de edificios y viviendas [Plataforma RHÈ+, presentada el 7/7/2010]. Sin embargo, a finales del año pasado, el Congreso sobre Rehabilitación y Sostenibilidad, celebrado en Barcelona entre el 4 y el 6 de octubre, concluye que hay que actuar inmediatamente ante un sentimiento de tiempo perdido.
Precisamente ese Congreso sintetiza en sus conclusiones la estrategia a seguir y la acción operativa inmediata, en un contexto, ahora sí, favorable para su aplicación, pues ya existe unanimidad, casi un clamor colectivo, de que la actividad de rehabilitación sobre el patrimonio construido será el único vector de actividad importante para el sector de la edificación, con todos los pronunciamientos favorables bajo los ejes que marcarán el desarrollo económico y social de España en los próximos años, por su incidencia neta en el ahorro energético y la creación de empleo estable a escala local y regional, con el atractivo añadido de la completa reversión de la inversión pública y privada.
Todos los Actores de la actividad edificatoria se ha posicionado claramente al respecto: El Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid dedica este año a la rehabilitación sostenible; La Confederación Catalana de la Construcción, en boca de su Presidente Néstor Turró, sentencia que el mantenimiento y la rehabilitación de edificios, junto con la incorporación de nuevos materiales, procesos y tecnologías constructivas, marcarán el devenir de la actividad en los próximos años; José Javier Cueto, Presidente de la Confederación Nacional de Instaladores y Montadores, expresa que “la rehabilitación será la base de nuestro trabajo futuro”; por su parte, las grandes empresas proveedoras de materiales y productos se posicionan tanto para dar respuesta a ese concreto mercado, como para cumplir los requisitos cada vez más exigentes de la reglamentación actual y venidera. Toda una convergencia de criterios, intereses, objetivos ineludibles y oportunidades que propician concluir que “a la tercera va la vencida”, después del 2004 y el 2009.
Todavía en 2011 esperamos más novedades: La definitiva aprobación del nuevo Reglamento de materiales y productos para la construcción que sustituirá, tras dos años de coexistencia, a la actual Directiva 89/106/EEC, y que ya contempla el requisito básico del “uso sostenible de los recursos naturales”; el ya publicado Real Decreto 187/2011 de 18 de febrero, relativo al establecimiento de requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos relacionados con la energía; una primera modificación del Código Técnico de la Edificación que afectará a la calificación energética de los edificios; y, seguramente, hacia el mes de junio, un nuevo Real Decreto que atenderá la contratación y la compra pública verde, por transposición de la Reglamentación de la UE.
Todo ello configura un nuevo escenario que, lejos de confundir, debe otorgarnos motivación y energía por alcanzar nuestra particular oportunidad en esa parcela con futuro que es la rehabilitación en un sentido amplio.
Profesionales, microempresas y los diferentes Actores del canal de distribución, comercialización y venta de materiales, productos y equipamientos de la edificación deberán pensar “en global” para actuar después “en local”, en el ámbito geográfico y mercantil de su actividad.
Piensen los escépticos que la Administración también actuará con contundencia a corto plazo, superando el cúmulo de actuaciones aisladas al que hemos asistido en los últimos años. Ante la agenda de prioridades, el precio del petróleo y las graves limitaciones presupuestarias, la opción de la rehabilitación del patrimonio construido es la que obtiene mejor puntuación en el cómputo global bajo las premisas ineludibles de generación de empleo y riqueza, a la par que atención a la sostenibilidad ambiental, económica y social. La ya comentada unanimidad de posicionamiento de los Actores de la actividad edificatoria hará el resto.
La estrategia y la acción operativa inmediata propuestas en el Congreso de Rehabilitación y Sostenibilidad de Barcelona bien pueden constituir la “hoja de ruta” de una acción coordinada entre las diferentes Administraciones, en los aspectos que se proponen.
Ese universo todavía difuso se traducirá a corto plazo en oportunidades para empresas y profesionales. Piense el Lector solamente en la concreción de algunos de los objetivos ya contemplados en el Plan de Rehabilitación de 2009:
► Mejora del comportamiento térmico y acústico de la envolvente de los edificios, a través de la introducción de aislantes, sustitución de carpintería, incorporación de elementos de protección solar, sistemas pasivos de captación solar y elementos de alta inercia térmica,…
► Adopción de criterios de sostenibilidad en la rehabilitación edificatoria, mediante la introducción de materiales de bajo impacto ambiental, elementos prefabricados fácilmente reversibles, instalaciones registrables de fácil accesibilidad para su readaptación o sustitución, mejora en las técnicas de deconstrucción (para la recuperación de materiales y elementos), adopción de sistemas y técnicas tradicionales en centros históricos (con la consiguiente revitalización de oficios cualificados),…
► Mejora de la eficiencia energética de las instalaciones, traducida en un amplio número de actuaciones en materia de energías renovables, aparatos de bajo consumo, ahorro y eficiencia energética en grifería, electrodomésticos e iluminación, calefacción por emisores de baja temperatura, domótica en edificios públicos,…
Sólo en el contexto de esos tres objetivos básicos se abren otras posibilidades de actuación que atañen a otros aspectos fundamentales de la calidad y el confort del espacio habitado y que sería prolijo enumerar aquí.
Constato también que las principales revistas dedicadas a la promoción de acabados y equipamientos para el hogar y el lugar de trabajo, dan creciente protagonismo a todas las temáticas inherentes a la actividad rehabilitadora. El posicionamiento es claro por parte de las empresas que les dan soporte. Espero que la plataforma informativa “Tureforma” dé cumplida respuesta, tanto en la necesaria orientación hacia el estamento gerencial y directivo de las empresas, como hacia los profesionales que intervienen y, muy especialmente, hacia el usuario final, carente, hoy por hoy, de información fiable y objetiva sobre criterios de selección.
José Luis Porcar
Instituto de Promoción Cerámica
Diputación de Castellón
—————————————————————–
Estrategias y acciones inmediatas emanadas de las conclusiones del Congreso de Rehabilitación y Sostenibildiad “R+S=F”, organizado por el Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación de Barcelona (CAATEEB) y el Consejo General de la Arquitectura Técnica. Barcelona, 4-6/10/2010. www.rsf2010.org