Lo habitual al decidir una reforma del hogar es centrarse en los materiales, la distribución o el aislamiento térmico. Es comprensible que todo lo que tiene que ver con la estética y el confort diario ocupe el centro de las prioridades. Sin embargo, hay una parte igual de importante que en la mayoría de las ocasiones se deja para el final o directamente se ignora; se trata de la seguridad del inmueble. Incluirla desde el inicio del proyecto ahorrará complicaciones futuras y garantizará que esté verdaderamente integrada en el diseño.
Colocar alarmas para el hogar durante la reforma va a permitir planificar mucho mejor su ubicación, el paso del cableado o el tipo de sensor más adecuado para cada zona. En lugar de adaptar la instalación a una obra ya terminada, se hace al revés, adaptando la reforma al sistema de seguridad, con lo que se evitarán futuras regolas, el cambio de puntos de luz o la colocación de sensores en lugares visibles que rompen la estética.
Además, planificar este tipo de sistemas con el equipo técnico o arquitectónico desde la fase de proyecto ayuda a tomar mejores decisiones estructurales y de distribución. Por ejemplo, es posible diseñar un falso techo o una canaleta que oculte totalmente el sistema sin afectar la estética, o reforzar con materiales adecuados los puntos de acceso más sensibles.
Demasiadas personas pasan por alto al reformar que la propia arquitectura suele influir en los puntos débiles de una casa. No es lo mismo una vivienda en planta baja que un ático, ni una casa con jardín que un piso en altura.
Así mismo, los elementos interfieren claramente, convirtiéndose en focos de riesgo si no se tienen en cuenta desde el principio, como, por ejemplo;
Pensar en seguridad en la fase de diseño, además de ser una cuestión técnica, es una forma de vivir más tranquilo. Y en este punto, empresas como ADT Seguridad, con más de un siglo de experiencia en el sector, ofrecen un catálogo de soluciones adaptadas tanto a viviendas nuevas como a reformas. Desde sensores perimetrales hasta cámaras, elementos de seguridad que se instalan de forma discreta y eficaz si se planifica bien desde el primer minuto.
La evolución tecnológica permite hoy en día sistemas mucho más compactos, conectados e intuitivos. No es necesario llenar la casa de cables ni equipos voluminosos; la tendencia va hacia una seguridad inteligente, que se adapta al usuario y se anticipa a los riesgos.
Por otro lado, si se tiene pensado crear un sistema que se integre con la domótica de la casa, se logrará la automatización de funciones que van más allá de la seguridad, como la iluminación que se enciende al detectar movimiento, notificaciones en el móvil cuando alguien accede, control remoto para desactivar alarmas o abrir la puerta a distancia, etc.
Hoy en día, hablar de seguridad también implica hablar de eficiencia. Los dispositivos que consumen menos energía, los sensores con tecnologías de bajo voltaje o los sistemas de reposo inteligente forman parte de un enfoque más sostenible.
Incorporar soluciones eficientes ayuda al medioambiente y reduce la factura eléctrica, alargando la vida útil del sistema. Es una inversión inteligente que encaja perfectamente con el espíritu de muchas reformas actuales, que no es otro que la creación de viviendas más cómodas, responsables y preparadas para el futuro.
Además, muchos de estos sistemas pueden alimentarse mediante fuentes de energía renovables, como pequeños paneles solares, o integrarse en una vivienda con certificación energética avanzada. Es otro motivo para considerarlos desde el diseño arquitectónico y no como una instalación adicional de última hora.
A todo esto, se suma el hecho de que una buena instalación de alarmas para el hogar puede influir positivamente en el seguro. Muchas compañías lo tienen en cuenta a la hora de establecer las condiciones de la póliza o valorar una posible rebaja. Si el sistema está homologado y bien mantenido, protegerá la casa a la par que el bolsillo.
Reformar es redefinir cómo se habita un espacio, es crear un lugar con la verdadera personalidad de quien lo habita. Y si se va a invertir tiempo, esfuerzo y dinero en hacerlo a medida, ¿por qué no incluir también aquello que hace sentir más protegido?
La seguridad es parte del confort. Y si se trabaja desde el inicio, junto a profesionales, puede integrarse en el diseño de manera natural, sin restar belleza ni funcionalidad. Con soluciones como las que propone ADT Seguridad, la tranquilidad pasa a formar parte de tu hogar.