Una de las principales peculiaridades entre los edificios antiguos y los que se construyen hoy en día es la mejora en estos últimos en cuanto a técnicas de aislamiento que dotan a los hogares de un mayor confort y permiten un ahorro energético considerable. El aislamiento es algo fundamental en las construcciones modernas, ya que reduce entre un 30% y un 70% el coste energético. Una fachada sin aislamiento genera una mayor demanda de energía que si estuviera bien aislada.
La mayoría de las viviendas en España, sobre todo las anteriores a 2006, no cuentan con un sistema de aislamiento eficiente o poseen uno muy básico, puesto que fue a partir de ese año cuando se aprobó el Código Técnico de la Edificación (CTE).
No obstante, siempre se puede mejorar el aislamiento añadiendo un sistema eficiente durante una rehabilitación energética.
La eficiencia energética de un edificio se refiere a la capacidad de la vivienda de aislar el hogar interior del exterior del mismo. Los sistemas de aislamiento térmico consiguen que se conserve el calor en invierno y se mantenga la vivienda fresca durante los meses de verano.
Entre las causas que afectan al aislamiento encontramos:
Aislamiento de Fachadas
Existen varios tipos de aislante de fachadas que podemos catalogar expandido, polietileno extruido, espuma de poliuretano, lana de roca y lana de vidrio.
Aislamiento de suelos
A pesar de ser los grandes olvidados en cuanto a técnicas de aislamiento, un 20% de las pérdidas energéticas de las viviendas ocurre a través de los suelos. Este tipo de aislamiento ofrece ventajas
aislantes que disminuyen las pérdidas energéticas y evita las condensaciones.
Entre los materiales utilizados destacamos la lana de vidrio, la lana mineral de roca, el aislante reflexivo (con burbujas o multicapas) y el aislante sintético.
En función de su aplicación:
Exteriores: Se refiere al Sistema
de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE), una técnica que se utiliza para cubrir fachadas y paredes exteriores mediante paneles aislantes, manteniendo una temperatura constante durante todo el año. Estos sistemas protegen el edificio de la aparición de grietas y fisuras y eliminan los puentes térmicos, previniendo la aparición de humedades y se pueden aplicar a cualquier tipo de fachada.
Permiten además la rehabilitación de edificios sin la necesidad de desalojar el hogar durante la obra.
Aislamiento de cubierta
La cubierta es la más fácil de rehabilitar al requerir de mantenimiento periódico. Se aplica en el exterior sin afectar al espacio útil de la vivienda. Los materiales que se utilizan son: polietileno
Aislamiento de techos Los techos son zonas por las que se escapa el calor y el frío.
Dependerá del tipo de vivienda, ya que las necesidades de aislamiento no serán las mismas en un edificio que en una casa unifamiliar. Se utiliza la celulosa, la lana de roca y la fibra de madera.