UN ARTÍCULO DE JOSÉ LUIS PORCAR (IPC)

En el panorama actual de la oferta de adhesivos cementosos tenemos dónde elegir. No necesariamente la calidad está biunívocamente asociada a un precio elevado.

Así, en primer lugar, elegimos el adhesivo en función del tipo de baldosa, el soporte y la ubicación del recubrimiento. En segundo lugar, seleccionaremos siempre materiales sujetos a la norma UNE-EN 12004 y con las características opcionales (especiales y adicionales) más adecuadas a las condiciones de colocación y posterior uso del recubrimiento. En tercer lugar, pensando en los adhesivos cementosos de tercera generación, hay que valorar características en fresco que permiten obtener mayores rendimientos, medidos por la superficie recubierta con el adhesivo y por la velocidad en su aplicación, así como características inherentes a la manipulación, como es la ausencia de polvo y la “trabajabilidad’.

EN AMBIENTE REAL
Existen bastantes características que pueden evaluarse en una aplicación real. Algunas de un modo muy objetivo y otras de una manera eminentemente subjetiva, y sólo en algunos casos será posible asociar las observaciones a valores numéricos concretos. En cuanto a los parámetros o características subjetivas, hemos de afirmar que, con demasiada frecuencia, no se les reconoce la importancia que tienen. Para ello, remitimos al lector a las conclusiones aportadas desde la óptica de quien ha tenido contacto constante con el colocador a lo largo de una dilatada trayectoria en este campo.
Por lo que respecta a los parámetros objetivos, aportamos a continuación un listado de atributos, de los cuales sólo algunos podrán evaluarse cuantitativamente en una aplicación real:
-Peso de la unidad de embalaje
-Uniformidad y ausencia de grumos o materiales extraños en el contenido del envase.
-Producción de polvo en el vertido al recipiente de mezcla
-Cremosidad y uniformidad de la mezcla, tanto tras el primer batido como después del segundo, con la resina polimérica completamente redispersada.
-Capacidad de aplicación con el mínimo esfuerzo.
-Rendimiento de la aplicación (normalmente se expresa en kilogramos de adhesivo seco por metros cuadrados y milímetros de grosor de capa).
-Control de la capacidad humectante y del tiempo abierto. Posible medida de la adherencia ‘in situ’ sobre probetas ya endurecidas en condiciones climáticas reales.
-Control del descuelgue-deslizamiento en revestimientos y del hundimiento en pavimentos (colocación en capa media), respecto a las características tixotrópicas del adhesivo cementoso.
-Medida de la adherencia bajo condiciones reales, valorándose especialmente, en primer lugar, la maduración en condiciones de alta temperatura y/o baja humedad relativa.
En segundo, la afección de la presencia de agua en el periodo de formación de película polimérica (los primeros 5 días; por ejemplo, fenómenos de lluvia o niebla sobre el recubrimiento recién instalado).
Por último, la modificación de la adherencia derivada de la inmersión en agua, por redispersión de la resina polimérica y/o por un fenómeno de saponificación de la misma (fenómenos muy importantes en los adhesivos destinados a revestimiento de vasos de piscina).

PARÁMETROS ESENCIALES
Para ello, cabe indicar antes que los expertos establecieron a finales de la década de los ‘90 un cuadro de características y un conjunto de ensayos que permitían valorar la calidad y el comportamiento de un adhesivo a través de parámetros fundamentales. Durante una década se han introducido modificaciones a esos métodos y sigue existiendo un consenso bastante amplio en la forma de medir y valorar el comportamiento y las propiedades finales de los adhesivos cementosos.
No obstante, perdura la polémica entre la medida de la adherencia a través de la resistencia a la tracción, y la medida de esa adherencia mediante la resistencia a la cizalladura, siendo que se identifica el comportamiento en el tiempo de un recubrimiento rígido con esfuerzos de cizalladura, consecuencia de la inestabilidad de los soportes y de las oscilaciones hidrotérmicas.
Fundamentalmente en Alemania, se han realizado diferentes ensayos para evaluar la resistencia a la cizalladura de los adhesivos cementosos. En general, desde Europa se acepta que la medida de la deformación transversal es un método orientativo de la deformabilidad de un adhesivo cementoso, con márgenes de error asumibles respecto a los alcanzados con la medida a la resistencia a la tracción, siendo además que la resistencia a la cizalladura presenta una cierta complejidad y precisa manos expertas para su realización. Sólo los americanos no reconocen este método de ensayo y siguen midiendo la adherencia a través de la resistencia a la cizalladura.

LAS CONDICIONES
Según la última versión de la norma UNE-EN 12004 (mayo 2008), los adhesivos cementosos tienen como características fundamentales la adherencia, medida como resistencia a la tracción, y el tiempo abierto. La primera debe dar, en condiciones de laboratorio, una adherencia mínima de 0,5 N/mm2 (0,5MPa) y se demanda la misma adherencia para un tiempo abierto de 20 minutos (colocación de la baldosa sobre el adhesivo peinado después de 20 minutos de haberlo aplicado).
El ensayo que regula la medida a la resistencia a la tracción está contemplado en la norma UNE-EN 1348, cuya última versión también es de mayo 2008, en la que se definen las condiciones de laboratorio (21-25 ºC y 45-55% HR).
Para la aplicación del adhesivo se utiliza llana dentada de almenas 6×6 mm., baldosas de gres porcelánico BIa de 50×50 mm. y una máquina de tracción que permita velocidades de 200-300 N/s.
La adherencia inicial se mide a los 27 días, periodo en el que, con esas condiciones de laboratorio, se ha completado la maduración del adhesivo y la adherencia tras procesos de envejecimiento por calor, inmersión en agua y tras ciclos de hielo/deshielo, se mide siempre tras 7 días (agua y calor) y 14 días para aplicar ciclos de hielo/deshielo.
De este ensayo se infiere que las condiciones se han establecido a la medida del proceso normal que acontece en la maduración de adhesivo cementoso, especialmente, en el periodo inicial de formación de la película polimérica. Estudios experimentales han obtenido disminuciones de la adherencia de hasta el 50% a causa solamente de la presencia de agua, si ésta se produce antes del quinto día. Asimismo, un tiempo abierto de 30 minutos, con 23 ºC, se reduce hasta los 10 minutos si la temperatura ambiente es de 45 ºC y la influencia de las posibles corrientes de arire, aun siendo débiles, es todavía más acusada.

CARACTERÍSTICAS FINALES
Llegados a este punto, tenemos, pues, dos consecuencias fundamentales que condicionan las características finales del adhesivo. Estas catacterísticas finales son:
-Las condiciones ambientales de temperatura, velocidad del aire y humedad, referidas tanto al ambiente como al sistema adherido (soporte, material de agarre y baldosa).
-La naturaleza de los adherendos, en este caso especialmente respecto a la porosidad y capilaridad de sus superficies, y también en cuanto a su microrrugosidad.
-La presencia de agua que puede alterar, más allá de la necesaria para la completa hidratación del cemento, el proceso de coalescencia completa de la membrana polimérica, hasta llegar a interrumpirlo
Respecto al tiempo abierto se sigue el método de ensayo de la norma UNE-EN 1346, también de mayo 2008. En este caso se utilizan baldosas porosas del grupo BIII y el mismo procedimiento y aplicación del adhesivo que en la medida de la resistencia a tracción. Las baldosas se colocan sobre el adhesivo fresco peinado de 5 en 5 minutos hasta completar los 30 minutos, con un proceso de endurecimiento que respecta las condiciones de laboratorio descritas más arriba. Hemos hablado de la reducción drástica del tiempo abierto con el aumento de la temperatura y/o sequedad ambiental, ahora indicamos lo mismo para la capacidad humectante. Ambos parámetros son vitales para asegurar, no sólo una adherencia mínima en condiciones reales adversas, sino para otorgar al recubrimiento la necesaria impermeabilidad ante fenómenos atmosféricos adversos que se puedan producir a lo largo de su vida útil, principalmente ciclos de hielo/deshielo. En condiciones reales de alta temperatura y baja humedad relativa, el control de la capacidad humectante del adhesivo es esencial para evaluar, al menos cualitativamente, la caducidad del tiempo abierto.
Por último, la deformabilidad de los adhesivos cementosos se asocia con la medida de la deformación transversal según el método de ensayo, cuya última versión se editó en abril 2009 (UNE-EN 12002). En este caso, el acondicionamiento de las muestras (tiras de adhesivo de 300x45x3 mm.) se efectúa en condiciones de máximo aseguramiento de la completa hidratación del cemento y la ausencia de incidencias extrañas que interrumpan o modifiquen las condiciones de formación de la membrana polimérica. De hecho, sólo se someten al ambiente de laboratorio transcurridos 12 días de permanecer en recipiente hermético.
En definitiva, al margen de las pruebas realizadas en laboratorio, cabe destacar el valor del estudio llevado a cabo por tureforma, que reside principalmente, en su proximidad a la realidad de la obra, puesto que los colocadores y técnicos han ido probando todos los adhesivos cementosos para ofrecer un testimonio auténtico del comportamiento de cada uno de ellos._

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