Los productos para inyección utilizados en la reparación y protección de estructuras de hormigón, son empleados para:
Es imprescindible que un técnico cualificado realice una evaluación de los elementos estructurales que se deben reparar y nombrar la composición del producto más adecuado según la inyección que se vaya a realizar.
Se debe tener en cuenta el emplazamiento y el tamaño de las fisuras y de las juntas, el posible movimiento del substrato y el efecto sobre la estabilidad, la durabilidad y la función de la estructura, así como el riesgo de crear nuevas fisuras como resultado del tratamiento.
El tratamiento de las fisuras se debe hacer de acuerdo con el principio y el método elegido de la Norma Europea EN 1504-9 y con los requisitos siguientes:
Puntos que deben tener en cuenta:
Las fisuras o grietas se sellarán con anterioridad y superficialmente con una masilla epoxi. Una vez endurecida la masilla del sellado y colocados los inyectores se puede proceder a la inyección.
Colocación de inyectores: Es recomendable colocarlos entre 20 y 50 cm, en función del espesor de la fisura. Realizar taladros inclinados secantes con la fisura, a ambos lados de esta y al “tresbolillo”, a fin de garantizar el máximo número de intersecciones, ya que las fisuras no siempre siguen un plano perpendicular al del soporte.
La inyección vertical se realiza con un aparato de presión específico para resinas. En inyecciones verticales se recomienda empezar por el inyector inferior, hasta que comience a fluir por el inmediatamente superior. A continuación, se proseguirá la inyección por el superior, después de haber cerrado herméticamente el inyector inferior, y así sucesivamente.
En la inyección horizontal, se debe comenzarr la inyección por un extremo hasta que empiece a salir por el adyacente.
La limpieza de los utensilios puede efectuarse con disolvente y cuando el mortero esté aún fresco. Una vez endurecido, solo podrá eliminarse mecánicamente.
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